Por Milton Andrés García Anaya
Izúcar de Matamoros, Puebla — Este 29 de junio se llevará a cabo en Izúcar de Matamoros uno de los rituales religiosos comunitarios más antiguos y cargados de simbolismo: el cambio de barrio de la Cofradía del Santísimo Sacramento, una práctica exclusiva de los barrios tradicionales del municipio que, según se estima, tiene más de cuatro siglos de continuidad.
Este año, la Cofradía saliente es la del Barrio de La Asunción Mizquiapan, que entregará el “platito” —nombre con el que se conoce localmente al ostensorio que representa al Santísimo— al Barrio de Los Reyes Zoquitlán, que lo custodiará durante un año.

El «Platito» – Mayo de 2020
Un ritual que comienza la noche anterior: la velación
La ceremonia no inicia el 29, sino la noche del 28 de junio, con la llamada “velación”, una vigilia religiosa en la iglesia del barrio saliente o en casa del dibutado (es decir, el responsable del mes de junio). Durante esta noche se rezan rosarios, se prende pirotecnia (cuetes y bombas), suena música de viento y se comparte pan y chocolate o pozole entre vecinos y cofrades.
La velación no solo despide simbólicamente al “platito”; también representa la última noche en que estará con ese barrio hasta que la circular (el ciclo rotativo de barrios) regrese en una década. También es común que dibutados del barrio que entregó el año anterior acudan como muestra de respeto y compadrazgo, reforzando la red de vínculos comunitarios entre barrios.

Velación del Platito en el Barrio de San Juan Coahuixtla – Junio 2022
Procesión hacia Santo Domingo y misa central del traspaso
La mañana del 29 de junio, la Cofradía saliente celebra una misa de despedida en su iglesia. Posteriormente, los cofrades llevan al “platito” y sus seis alcancías en procesión hacia el Ex Convento e Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, templo históricamente vinculado con la población indígena, de la cual los barrios actuales son herederos espirituales y culturales.

Cofradía del Barrio de Santa Catarina Acontla rumbo a Santo Domingo – Junio 2021
A medio día se celebra la misa del cambio de barrio, en cuyo punto central se realiza el traspaso formal de la Cofradía del barrio saliente al entrante. Este acto es presidido por el párroco local, quien ofrece una homilía dedicada tanto a la vida de San Pedro y San Pablo —los santos que dan marco a la festividad— como a la importancia y responsabilidad de la cofradía.
Un rito preciso y lleno de símbolos: flores, ceras y palanganas
Anteriormente y debido a que el sismo de 2017 daño el templo, las misas en Santo Domingo se realizaban en una capilla abierta adaptada en el atrio de la parroquia, en esa capilla y cerca del altar principal el altar se disponía de una mesa especial donde se colocaba el “platito” y las alcancías. A los costados del pasillo central, se posicionaban las parejas de dibutados: de un lado, los salientes; del otro, los entrantes. Gracias a la restauración realizada el año pasado este año ya se podrá realizar la misa y todo el ritual dentro del templo. Ahí cada pareja lleva una cera adornada con flor de cacaloxúchil, un collar hecho con la misma flor, y una palangana llena de pétalos, tres elementos esenciales del ritual.

Dibutados del Barrio de Santa Cruz Coatla en el cambio de cofradía – Junio 2019
Durante la misa, el sacerdote llama al frente a los dibutados iniciando con los salientes del mes de junio en retroceso hasta llegar al mes de julio. Frente al altar mayor, la pareja entrega su palangana, cera y collar a su contraparte entrante, este intercambio se repite con todas las parejas, en un proceso que refuerza los lazos de responsabilidad, respeto y comunidad. En el caso de los mayordomos —los responsables del mes de julio— también se realiza la entrega del “platito”, lo cual se hace de manera solemne: primero es entregado por el mayordomo saliente al sacerdote, quien lo recibe como custodio espiritual, y luego lo entrega al nuevo mayordomo.



Foto 1: Sr. Cango. José Santiago Álvarez Cabrera, Párroco de Santo Domingo, sosteniendo al «platito» durante el cambio de Cofradía – Junio 2024
Foto 2: Mayordomo de la Cofradía del Barrio de San Bernardino Mexicapan entrega el «platito» al párroco – Junio 2023
Foto 3: Sra. Josefa Méndez, mayordoma de la Cofradía del Barrio de Santa Catarina Acontla entrega collar de flores a la Sra. Lilia Romero, mayordoma de la Cofradía de San Juan Coahuixtla – Junio 2021
Camino hacia el nuevo barrio: insomadas y bienvenida ceremonial
Finalizada la misa, la Cofradía entrante devuelve las palanganas, ceras y collares a sus similares salientes, y entonces inicia la procesión hacia el nuevo barrio. A lo largo del trayecto, en los barrios del lado occidental del río Nexapa, aún persiste la tradición de hacer “descansos”, momentos rituales donde los habitantes de los otros 6 barrios colocan un altar donde se posa al «platito» y posteriormente se da una bendición.


Foto 1: Cofradía del Barrio de Santo Tomas Chilan en un descanso – Junio 2024
Foto 2: Descanso realizado por el Barrio de Santa Catarina Acontla – Junio 2024
Al llegar al nuevo barrio, ya en la entrada se ha dispuesto un arco de cucharilla y se encuentra la imagen del santo patrón, acompañado de su respectivo mayordomo. Al recibir al “platito”, los dibutados del barrio receptor caminan junto a él hasta la iglesia del barrio, precedidos por los símbolos de la Cofradía.
En el templo, los salientes se arrodillan, mientras los nuevos pasan uno a uno a insomar al “platito” con sahumerios de barro policromado, los cuales suelen ser elaborados con meses de anticipación y decorados con la figura del santo patrón local. Luego se coloca al «platito» y las alcancías en el altar, completando así la transferencia simbólica.




Foto 1: Dibutada del Barrio de Santo Tomas Chila con sahumerio de barro policromado – Junio 2023
Foto 2: Recepción del «platito» en el Barrio de La Asunción Mizquiapan – Junio 2024
Foto 3: Arco de cucharilla y comitiva del Barrio de La Asunción Mizquiapan con su imagen patronal esperando al «platito» – Junio 2024
Foto 4: Recepción de San Juan Bautista al «platito» en el Barrio de San Juan Piaxtla – Junio 2019
Compadrazgo, regalos rituales y fiesta comunitaria
Como parte del cierre del ritual, los dibutados salientes entregan una serie de artículos: floreros, candelabros, cruces altas, fundas para el “platito”, cojines, ciriales, bases para rodelas, así mismo regalan a los nuevos cofrades los conocidos “aromas y luz” (flores y veladoras) que formarán parte del altar.
Por su parte, la nueva cofradía ofrece comida comunitaria a los visitantes y los barrios acompañantes. El acto cierra con el baile del “huintle”, al ritmo de la banda de viento, danza festiva que refuerza los lazos de compadrazgo recién establecidos.
Ya por la tarde o noche, los nuevos mayordomos toman al “platito” y lo llevan a su casa, donde permanecerá hasta el siguiente mes, en que se realizarán nuevas actividades cofradiales.

Dibutados de la Cofradía de San Bernardino Mexicapan bailando el «Huintle» – Junio 2022
Una tradición viva, un patrimonio de los barrios
Más allá del acto religioso, este ritual representa un complejo sistema de reciprocidad y pertenencia barrial, transmitido por generaciones. En él convergen elementos indígenas, coloniales y católicos en una expresión única del catolicismo popular mexicano, específicamente en su versión izucarense.
Desde la flor de cacaloxúchil —ligada al simbolismo ritual prehispánico— hasta los sahumerios de barro policromado y adornos de cucharilla —declarados Patrimonio Cultural del Estado—, todo en esta ceremonia habla de identidad, memoria y continuidad.
La Cofradía del Santísimo no solo es una organización religiosa; es un tejido social que articula el tiempo, el espacio y las relaciones entre los barrios de Izúcar de Matamoros.

«Platito» y sus 6 alcancías con San Pedro de fondo – Junio 2021