Topónimos: los símbolos que devuelven identidad a los barrios de Izúcar

Escrito por: Milton Andrés García Anaya

Durante los últimos días, quienes transitan por el zócalo de Izúcar de Matamoros han notado nuevas imágenes en las bancas recién colocadas. Se trata de figuras que también aparecieron en estandartes durante el desfile de arcos y que incluso están presentes en el arco que adorna la antigua presidencia municipal. Son los topónimos de los barrios izucarenses, símbolos que rescatan la historia e identidad de la ciudad.

¿Qué son los topónimos?

Los topónimos son nombres propios de lugares: países, montañas, ríos, ciudades o barrios. Forman parte esencial de la identidad de una comunidad, ya que permiten rastrear su historia. En México, gran parte de los asentamientos de origen prehispánico conservan su nombre en náhuatl, aunque con el tiempo hayan sufrido variaciones.

Izúcar no es la excepción: su nombre proviene de la deformación de la palabra náhuatl Itzocan, que significa “Donde se labra la obsidiana”. De hecho, en códices antiguos este asentamiento aparece representado con un cuchillo de obsidiana acompañado de huellas humanas, glifo que hasta hoy identifica al municipio.

Sin embargo, la ciudad no solo está conformada por Izúcar como cabecera, sino por 14 barrios de origen prehispánico, divididos en dos grupos de siete: orientales y occidentales. Aunque cada uno lleva el nombre de un santo impuesto por los frailes dominicos durante la evangelización, han conservado su denominación náhuatl a lo largo de los siglos.

El proyecto de rescatar la memoria

El cronista municipal Raúl Martínez Vázquez ha sido pieza clave en esta recuperación simbólica. Basado en investigaciones históricas y lingüísticas, Martínez logró precisar la forma correcta de escribir los nombres de los barrios y sus significados.El cronista explica que esta idea de dotar a los barrios de sus topónimos no es nueva: los fallecidos cronistas Manuel Sánchez Cruz y Gonzalo Carrillo ya la habían planteado, pero no se había concretado. Fue hasta la actual remodelación del zócalo municipal cuando surgió la oportunidad de materializarla: las bancas nuevas serían el espacio perfecto.Al revisar los planos, se percataron de que el zócalo tiene 16 jardineras, coincidiendo con el número de barrios y colonias reconocidas en la arcada del antiguo palacio municipal. Esto permitió incluir también los topónimos de dos barrios desaparecidos: San Miguel Tectepan y San Andrés Tianquixpan, cuyos territorios corresponden hoy a las colonias San Miguel y El Calvario 1ra Sección.Con el apoyo de dos diseñadores gráficos, Martínez retomó símbolos del Códice Mendocino y de la Matrícula de Tributos, así como metáforas del náhuatl para crear las imágenes de los barrios. Algunos resultaron sencillos, al compartir nombre con otros municipios (como Huaquechula o Piaxtla), mientras que otros requirieron mayor trabajo interpretativo, todo basado en el trabajo realizado en los años 80’s por el Mtro. Desiderio Hernández Xochitiotzin quien se encargó de dotar un escudo a los 217 municipios de Puebla.

Identidad recuperada

El cronista celebra que los barrios se apropien de sus topónimos y los usen como emblemas en arcos y festejos, pues son parte de su identidad colectiva. Incluso destaca cómo los significados se relacionan con la vida actual: por ejemplo, Tecoxco se traduce como “en el hueco”, pero también se le puede traducir cómo «Lugar de los sepulcros»; no es casual que ahí se ubique el panteón municipal, práctica que parece venir desde la época prehispánica.

Los barrios y sus significados

Estos son los 14 barrios de Izúcar y las dos colonias más antiguas, junto a la traducción de sus nombres:

Santa Catarina Acontla: “Lugar donde abundan las tinajas»

San Bernardino Mexicapan: “Río de mexicanos” o “Lugar de mexicanos”

La Asunción Mizquiapan: “Río de mezquites” o “Lugar de mezquites”

La Magdalena Ixcatihuacán: “Lugar que tiene algodón”

Santa Cruz Coatla: “Entre las serpientes”

San Martín Huaquechula: “Lugar de las aves de hermoso plumaje” o “En compañía de los quecholes”

Santa Cruz Tecoxco: “Piedra en el hueco” o “Lugar de los sepulcros”

Santiago Mihuacán: “Lugar de las espigas de maíz”

San Diego Chiconcuac: “Lugar de 7 serpientes”

San Juan Piaxtla: “Tierra larga”

San Juan Coahuixtla: “Lugar de la lluvia”

Santo Tomás Chilan: “Lugar de chiles” o “En el chilar”

Los Reyes Zoquitlán: “Cerca del lodo”

Santiago Mazatla: “Lugar de venados”

Colonia San Miguel (Tectepan): “Sobre el pedregal”

Colonia El Calvario 1ra Sección (Tianquixpan): “Lugar del tianguis o del mercado”

Jerarquía y orden

El orden en que aparecen los barrios no es casual. Tal como lo documenta el antropólogo Karremans, esta jerarquía corresponde al número de usuarios de agua que cada barrio tenía. Por ello, Santa Catarina Acontla se considera barrio cabecera occidental y Santiago Mihuacán cabecera oriental, razón por la que sus arcos se ubican más cerca del Centro del antiguo palacio municipal.

Con este proyecto, Izúcar no solo adorna su zócalo: devuelve a sus barrios un símbolo de identidad ancestral, donde historia, lengua y memoria se entrelazan en cada imagen.

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