Por Milton Andrés García Anaya
En nuestro municipio, uno de los lugares donde más se vive y celebra la solemnidad de Corpus Christi es en el antiguo convento de Santo Domingo de Guzmán, cuya importancia histórica y religiosa sigue presente hasta hoy. Este recinto colonial, finalizado en 1612, conserva dos de las cuatro capillas posas originales del siglo XVI, estructuras fundamentales en la época virreinal, donde se hacía un alto durante la procesión para «posar» la Eucaristía.

Hoy en día, esta tradición continúa viva: en cada esquina del atrio —el más amplio del municipio— se colocan altares elaborados por los 14 barrios originarios de Izúcar, quienes participan de manera organizada, respetando su distribución geográfica tradicional:
🔹 Esquina nororiental: Santiago Mihuacán, San Diego Chiconcuac y San Juan Piaxtla
🔹 Esquina suroriental: San Juan Coahuixtla, Santo Tomás Chilan, Los Reyes Zoquitlán y Santiago Mazatla
🔹 Esquina suroccidental: San Martín Huaquechula, Santa Cruz Tecoxco, Santa Cruz Coatla y La Magdalena Ixcatihuacán
🔹 Esquina noroccidental: San Bernardino Mexicapan, Santa Catarina Contla y La Asunción Mizquiapan




Los altares se adornan con flor de cacaloxúchil, cucharilla y hojas de piñanona, elementos que crecen en las huertas de los barrios y simbolizan la conexión entre la tierra, la comunidad y lo sagrado.
La misa principal se celebró al mediodía, y como cada año, al finalizar se realizó la tradicional procesión del Santísimo Sacramento por el atrio. Debido a la lluvia, este año se hicieron dos procesiones: una dentro del templo, encabezada por los sacerdotes José Feliciano Salas González (vicario parroquial) y Manuel Gregorio Anaya Balbuena (sacerdote oriundo de esta parroquia), y otra en el exterior, dirigida por el párroco Sr. Canónigo José Santiago Álvarez Cabrera.



Como marca la tradición, la Cofradía del Santísimo ofreció el emblemático pipián verde, platillo que forma parte esencial de esta festividad y símbolo del compartir comunitario.
Esta fiesta no solo tiene raíces religiosas, sino también una profunda dimensión social: ha sido clave para preservar la organización barrial tradicional, visible también en celebraciones como la fiesta de Santo Domingo de Guzmán, el uso de aguas y las actividades de la Cofradía del Santísimo, de las cuales hablaremos en otra ocasión.
Corpus Christi en Izúcar no solo se celebra, se vive con el alma y la historia en cada paso de la procesión.