Escrito por: Milton Andrés García Anaya
Izúcar de Matamoros, Pue. – La pedida de mano, también conocida en la región como
el pedimento, es un ritual que formaliza el compromiso matrimonial y que se mantiene
vigente en diversas comunidades del país. En Izúcar de Matamoros, esta tradición varía
según el lugar donde se realice, pues los barrios de la cabecera municipal y las
comunidades presentan diferencias en su ejecución, aunque comparten elementos
esenciales.

Fotografía cortesía de Alexis Luciano Herrera Ayala
El Enfloramiento del Altar: La Primera Aceptación
En los barrios de Izúcar, la ceremonia inicia con la llegada de la familia del novio a la
casa de la novia, donde deben solicitar permiso para enflorar el altar. Para ello, llevan
flores, principalmente gladiolas, y un par de ceras que en ocasiones se adornan con
cacaloxúchil. Si la familia de la novia acepta esta acción, se entiende que están dispuestos
a escuchar la petición formal de matrimonio.

Fotografía cortesía de Alexis Luciano Herrera Ayala
El Intercambio de Palabras: La Petición Oficial
Tras adornar el altar, ambas familias se colocan a cada lado de este y los visitantes saludan
de mano a los anfitriones. Luego, un representante del novio –ya sea un familiar cercano,
el propio novio o un huichichique (intermediario)– realiza la solicitud formal para
contraer matrimonio.
La respuesta proviene de la cabeza de la familia de la novia, que puede ser el padre, la
madre o los abuelos. En caso de aceptación, el novio entrega un presente como muestra
de gratitud. Este obsequio suele incluir chiquihuites con fruta y pan de barrio, palanganas
con tablillas de chocolate casero e incluso animales como guajolotes, gallinas o chivos,
dependiendo de las posibilidades del novio.

Fotografía cortesía de Alexis Luciano Herrera Ayala
El Cierre: Una Celebración en Familia
Finalmente, la familia de la novia recibe los regalos y los asistentes son invitados a
compartir alimentos, celebrando con alegría la futura unión.
El pedimento sigue siendo una muestra de la riqueza cultural y la importancia de los lazos
familiares en Izúcar de Matamoros, donde el matrimonio es más que un contrato: es una
unión respaldada por la comunidad y la tradición.

Boda de la Sra. Martha Gamboa y el Sr. Armando Gonzales en la Parroquia de Sta. María de la Asunción, Izúcar.
Colección del Sr. Noe López Garcia